
Corresponsalía, otro ámbito del periodismo
Un corresponsal es un periodista que da informaciones a los medios de comunicación des del lugar de los hechos. Es decir, es una persona que trabaja teniendo las mismas funciones que un periodista, sobre todo la más importante: informar. La diferencia que marca el cambio de nombre es el hecho de que, trabajando también para un medio de comunicación, viaja a otros países para poder informar de primera mano sobre los hechos acontecidos.
De hecho, hay un tipo de corresponsal que ya vive directamente en otro país, para ir informando al medio sobre las cosas que pasan en ese lugar. Aunque lo más común es que se lo envíe allí cuando haya algún hecho noticioso importante.
Un poco de contexto histórico...
A finales del siglo XVIII los corresponsales de The Times ya eran agentes en ambos lados del Canal de la Mancha que hacían escritos sobre lo que sucedía en Paris y Bruselas. Dominar idiomas pues, obviamente, era uno de los requisitos básicos para ser un corresponsal. El coste de llevar a cabo este tipo de trabajo y la dificultad que comportaba en las transmisiones eran los principales problemas de los corresponsales en los medios donde trabajaban en el siglo XVIII y, de hecho, son los mismos que se han arrastrado hasta inicios del siglo XXI.
Con la crisis económica occidental que comenzó en la primera década del siglo XXI y el crecimiento de Internet la existencia de los corresponsales empezó a peligrar, y varios medios prescindieron de su trabajo. Los corresponsales, en general, defienden que son “los ojos de la historia” y el punto de vista que puede ofrecer un corresponsal no es sustituible de otra manera, por ello, prescindir de éste empobrece los medios.
Aunque igualmente, con la aparición y el auge de internet, muchos medios ya se informan a partir de las redes o de otros medios sobre lo que pasa fuera de las fronteras del país donde viven, por ello, muchos medios prescinden de los corresponsales, sin pararse a pensar que, aunque mediante redes se puedan enterar de lo que pasa, no lo saben de primera mano, no como sí lo haría un corresponsal (y redactor de la propia noticia).
Discriminación de la mujer corresponsal
Si nos centramos en la discriminación dentro de este ámbito del periodismo, podemos empezar hablando de quienes son los mejores corresponsales de guerra según publicó una mujer periodista llamada Cecilia Ballesteros:
Manuel Chaves Nogales, Eugeni Xammar i Puigventós, Francisco Eguiagaray, Manu Leguineche, Robert Capa, Donald McCullin, William Howard Russel, Ernie Pyle y Ryszard Kapuscinski.
Bien, pues resulta que de todos estos solo hay una mujer, la existencia de la cual mucha gente ni siquiera sabe, y es Robert Capa, ya que este era el pseudónimo que utilizaban los dos periodistas Endre Erno Friedmann y de Gerda Taro, pseudónimo a su vez de Gerta Pohorylle. Es más, si buscas en Google "Robert Capa" y vas a la opción imágenes, únicamente te sale él, o salen ambos pero de pie de foto pone "Robert Capa y Gerda Taro", cuando Gerda Taro también era Robert Capa y, de hecho, murió siendo Robert Capa.

Robert Capa eran 2: Gerda Taro (a la izquierda) y Endre Erno Friedmann (a la derecha). Pero aún hay mucha gente que piensa que únicamente era él.
Uno de los ámbitos más conocidos de la corresponsalía, y en donde se podría decir que históricamente ha habido más discriminación de la mujer, es la corresponsalía o reporterismo de guerra. De hecho, los corresponsales de guerra, en términos generales, es decir, hombres y mujeres, son los periodistas más perseguidos, la mayoría de periodistas asesinados o detenidos en el ejercicio de su trabajo pertenecen a esta categoría de la corresponsalía, ya que en la guerra es donde se suelen violar este tipo de derechos humanos, y los corresponsales son los periodistas que se destinan a informar de estos conflictos bélicos.
Volviendo al tema de la discrminación, como bien muestra José Ufarte Ruiz cuando habla de las mujeres corresponsales en Las mujeres en el seno de la profesión periodística: de la discriminación a la inserción, la presencia de la mujer en el campo de batalla nunca ha sido bien recibida por parte de los corresponsales y/o militares, aun así, esto no ha sido un impedimento para esas mujeres que han querido desempeñar sus funciones periodísticas como corresponsales en distintas guerras, como la del Golfo o la de Bosnia.
Siempre se ha considerado que la mujer es la más débil de los dos géneros, aunque muchas mujeres hayan demostrado lo contrario, es la concepción que se ha tenido en las diversas sociedades que hemos ido creando los humanos. Esto ha ido evolucionando y cada vez se ha ido viendo más a la mujer como un igual al hombre, sin embargo, aún se sufre algún tipo de discriminación.
“A mí me ha costado mucho llegar a donde he llegado y me preguntaba si a otras compañeras les había pasado lo mismo: lo duro que es hacerse un hueco, ser enviadas o proponer y elegir temas”, dice Ana del Paso en Reporteras españolas, testigos de guerra, cuando habla de que había sido enviada de corresponsal a Oriente Próximo y la Guerra del Golfo. Además, al hablar del existente machismo en la profesión a la que se dedica, el periodismo, añadía “han sido tres años de pedir datos, contrastar información, hacer entrevistas, elaborar fichas, comparar crónicas… Cada una en nuestra época hemos tenido problemas, mucha presión por parte de los jefes, las redacciones o los compañeros, pero ahí estamos”.
Otra de las mujeres que ha hablado sobre este tema, entre otras muchas, es Mayte Carrasco, empresaria y productora de contenidos audiovisuales, cuando dijo “la discriminación que sufrimos, en mi caso he descubierto que es triple por ser mujer, madre e hispana”. Y además atacó directamente a Reporteros sin Fronteras, una asociación creada por y para corresponsales, “cuando Reporteros sin Fronteras decía que las reporteras debíamos abstenernos de ir a cubrir las revoluciones árabes o ir a la plaza Tahrir porque nos podían agredir me parecía un insulto para ese 90% de mujeres egipcias que sufren abusos. Si voy allí ya sé que hay ese riesgo”.
Los enfrentamientos donde más reporteras han asistido son el conflicto palestino-israelí y la Guerra del Golfo, seguidos del proceso de descomposición de Yugoslavia, la extinción de la Unión Soviética, los conflictos civiles en Georgia, Chechenia, Ucrania, Líbano y Egipto, así como la invasión de Afganistán y la guerra de Siria. Allí han sobrevivido a todo tipo de cosas y han sido detenidas, amenazadas o asesinadas igual que sus compañeros hombres. El hecho de ser mujeres puede ser incluso una ventaja, como muchas de ellas reconocen, al permitirles acceder a lugares vetados para los hombres como las cárceles de mujeres en los países musulmanes.
En definitiva, aunque la corresponsalía sigue siendo un ámbito del periodismo donde más discriminación ha habido y todavía hay, aunque en menor medida, sobretodo en cuanto a la falta de representación y admiración de la mujer reportera, las corresponsales han sido capaces de abrirse paso entre todos estos impedimentos y hacerse un lugar entre tanto corresponsal hombre.
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Hemos hablado con Sara Alonso, periodista de ámbito internacional de RNE, para saber un poco más sobre el periodismo de viajes (o, en cierto modo, corresponsalía) y la discriminación de la mujer en esta profesión.